DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO
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De Javier Senosiain
Aquí la planta es la espiral, misma que se fue adecuando sobre el terreno, para cuyo trazo se dibujó la espiral logarítmica. El trabajo en maqueta generó numerosos cambios hasta encontrar el volumen que pedía la construcción.
El proceso creativo ha sido interesante, lúdico, divertido… lo mejor, como dice El Principito, es el proceso del cultivo de la rosa más que el mismo resultado.
Un espacio fluido en tres dimensiones
Al entrar desde el exterior, se sube por una escalinata y al pasar al interior del Nautilus a través de un gran vitral. Ahí se genera una experiencia espacial viviendo la secuencia de un recorrido, en donde ni las paredes, ni el piso, ni el techo son paralelos. Es un espacio fluido en tres dimensiones donde se puede percibir la dinámica continua de la cuarta dimensión, al caminar en espiral sobre la escalinata, con la sensación de flotar sobre la vegetación.
Continúa por el vestíbulo, pasa por la sala de televisión cobijada por el vientre del crustáceo. Y subiendo por la escalera-caracol se llega al estudio desde donde se mira el paisaje montañoso.
En la parte posterior queda la zona íntima y la de servicios.