La intervención

En el proceso de elevación del volumen contemporáneo, RootStudio respetó la infraestructura del edificio original, sus paredes de terracota y las bóvedas del techo. La nueva estructura se incorporó de tal forma que pudiera ser removida por lo que no se encuentra anclada para restaurar el estado primigenio del inmueble.

La firma de Casa Mulata se define como la fusión entre lo antiguo y lo vanguardista, algo que también se expresa en sus atmósferas sobrias, en blanco y negro con acentos orgánicos. El diseño del mobiliario y de los elementos decorativos, como las lámparas, corrió a cargo del estudio y se ejecutó en colaboración con maestros artesanos locales, que aprovecharon su experiencia en tejido, cerámica y ebanistería.

Los elementos rústicos y naturales ocupan un lugar preponderante, estableciendo un vínculo con las características del entorno físico, que se hace presente a través de materiales endémicos, como el barro, maderas tropicales como el nopo, el pino y el tzalam, las pinturas a base de tierra y cal, y vegetación.

Los colaboradores

Para este proyecto, RootStudio contó con artistas como Trine Ellitsgaard y Ana Hernández, ambas especializadas en investigación y experimentación textil, y las fotografías de Alberto Ibáñez y Dalí Nelio.

En conclusión

Casa Mulata es un espacio único diseñado por RootStudio, un estudio de arquitectura sustentable con proyectos de renombre mundial en México, Mozambique y Ghana, que reconsidera el valor de las técnicas de construcción tradicionales al tiempo que incorpora los principios de la bioconstrucción y la responsabilidad social.