De Romero & Vallejo

La ciudad de Toledo, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986 y bañada por el río Tajo, alberga una rica amalgama de joyas arquitectónicas que incluyen elementos mudéjares, arte islámico, restos románicos, y ejemplos renacentistas y barrocos. En particular, la Casa Mirador del Valle, ubicada en la ladera sur del centro histórico, destaca como un desafío arquitectónico, buscando integrar la contemporaneidad en un entorno cargado de tradición histórica.

Desafíos Arquitectónicos en un Entorno Histórico

El proyecto se enfrentó al reto de adaptarse al reducido espacio de un solar estrecho, con acceso desde una empinada calle. El edificio, situado estratégicamente para apreciar vistas impresionantes, presenta una fachada cerrada a la calle, revelando una única apertura en forma de celosía. En el interior, se crea una “calle-patio” que garantiza vistas panorámicas y se aprovecha el desnivel de la calle para establecer dos entradas.