Nuestra intención fue devolver cierta coherencia volumétrica a la construcción, recurriendo a la creación de una pérgola, con una ligera cubierta sombreadora en postes de pino, a base de gruesos pilares, sobre la terraza de levante.

Hacia el norte, el edificio presentaba una fachada ciega, con un impacto visual bastante negativo. Para contrarrestar este impacto visual y con el fin de reforzar visualmente la unidad del edificio, se crearon 2 vanos verticales (uno en cada planta) que actúan como nexo de unión entre las dos plantas.

La rehabilitación en fachada

La fachada principal de la casa, en la planta baja, constaba de 8 vanos envueltos en un entramado de argamasa, algo elaborado para la arquitectura popular característica de la zona. Intentamos simplificar este marco, dándole un poco más de ancho y limitando su diseño a la forma del vano existente. Se sustituyeron las persianas exteriores por medias persianas, con el fin de garantizar la entrada de luz natural al interior de la vivienda y, al mismo tiempo, dar privacidad al usuario.

Intentamos reinventar el concepto de patio, tan característico de esta parte del país, creando una zona lounge y una pequeña piscina con carácter de estanque. La piscina no está completamente enterrada, emergiendo del suelo, permitiendo una experiencia natural y espontánea del espacio.

Todo el espacio exterior está tapiado, dada la proximidad a la carretera, garantizando así la privacidad del interior del patio. Este muro de mampostería está atravesado en su parte superior por un tablero que culmina en la puerta de acceso.

Se demolió todo el interior y se hizo una nueva división. El salón, a nivel de patio, tiene una relación abierta con el exterior, proporcionando un uso relajado e informal. En la planta superior se ubica la suite principal, amplia y con acceso a las 2 terrazas existentes.