EL ARQUI MX

La edificación descansa sobre la huella de los muros de mampostería originales, de más de cien años de historia. Esta preexistencia en el territorio ha condicionado la disposición del programa funcional y de los espacios libres adyacentes, concentrándose la intervención en ella y dejando el resto en su estado natural, inalterado. En su interior, las zonas de día se encuentran en un único espacio diáfano que permite reunir a toda la familia, flexible y abierto a la interpretación de la intimidad. Aprovechando la generosa altura de la estructura existente, el Mezanine de madera alberga en el segundo nivel la zona de noche y los espacios privados.

El espacio exterior adyacente crea una nueva sala al aire libre, un espacio entre el refugio de piedra y la naturaleza verde. Su orientación hacia el sur proporciona unas condiciones agradables tanto para los días de invierno como de verano.