Casa Beira Mar en Portugal

Implantado en una terreno de 30 metros de largo por 2.5 metros de ancho, se asume formalmente como un corredor habitable, un corredor que, desde el momento de la entrada, está lleno de momentos de oscuridad, luz, sorpresa, descubrimiento, de compresión y liberación.

Materialidad

Con materiales sobrios y elementales, las funciones básicas y esenciales están cubiertas de concreto, como el piso, el espacio que alberga los baños y el área de servicio. El edificio ha sido cubierto y protegido con paneles de yeso pintados de verde oscuro, rigurosamente protegidos para su nuevo y vigorizado ciclo de vida. Mientras que, por un lado, queremos un ambiente oscuro e íntimo en el interior, por contraste conceptual y práctico, el exterior es blanco, una superficie deliberadamente reflexiva que inunda la casa con luz, a veces difusa y suave, a veces directa e intensa, como el reflejo de los diversos estados de ánimo de quienes viven allí.

El programa arquitectónico

Colocamos programáticamente todas las funciones sociales en la planta baja, en contacto directo con el patio trasero de la casa, mientras que el piso superior se reservó para ambas habitaciones y un solarium, protegido visualmente de los ojos no deseados por una cortina vegetal.

En conclusión

Una casa diseñada para vivir en la protección de la intimidad y la frescura del exterior, en armonía con el pasado y con un profundo respeto por el futuro. Un agradecimiento especial a Ferreira de Sá y la Nuno Sacramento Art Gallery.